Está a la venta en la Editorial Palibrio, un libro de cuentos, con un título que nos sugiere el saboreo de nuestras frutas tropicales y a rememorar costumbres pueblerinas.
"Nadie puede probar que anduvo por los montes sin que se le escuche relatar, con asombro, cómo en un claro de la espesura algún cernícalo, pitirre o zunzún le salió al paso, intimidante, en vuelo rasante a su cabeza, maniobrando como los aviones cuando van a disparar una andanada de balas protegiendo así el nido que ellos creyeron amenazado por la presencia de un intruso. ¡Qué va usted a decirme que caminó por esos montes sin traer olor a monte, metido en los poros, sujeto a su ropa...o que no traiga un montón de semillas pegadas a los bajos del pantalón!
Entonces... ¿Dígame usted si conoce de algún pueblo que no tenga su flora y su fauna, como los montes? Oculte cuanto sabe de estos asuntos, o haya experimentado en carne propia. Esconda lo suyo por defensa, pero negar que oye voces del pasado, que le llegan aromas, que las imágenes le traen recuerdos gratos o ingratos... eso, imposible será de tapar. Y entre esas imágenes del recuerdo quién podrá impedir aflore la gente sobresaliente que hacen los pueblos, quiero decir, sus personajes célebres"
En este libro de cuentos cortos y sencillos se encontrará con el pasado, con su gente, con usted mismo. Pruebe a saborear el dulce néctar de la amapola o el acíbar de la adelfa.